lunes, 26 de octubre de 2009

Suenan las alarmas en Can Barça

Tengo la sensación de que el espectacular y millonario proyecto preparado esta temporada por Enric Masip para la sección de balonmano del F.C. Barcelona no está resultando como el esperaba. Pero solamente es una sensación.

Acabo de ver el partido contra el Ademar de León y el equipo desprende un tufillo extraño. Algo no chuta como debería. Pero también ha sido una sensación a lo largo del partido.

Ganaron la Supercopa - y de calle – al BM. Ciudad Real, su rival natural. Pero cuando se enfrentaron, semanas después en la liga, la cosa cambió. Ya no fue el Barca que habíamos visto arrasar. Luego llegó la Champions y la cosa seguía algo así como atascada.

Hoy el Ademar de León ha dejado al descubierto alguna que otra cosa. Y eso que el F.C. Barcelona ha tenido la suerte de encontrarse a Doder- el que destroza al Equipo Nacional cuando juega con Suecia – que se ha tirado, todo lo que le llegaba y al croata Buntic, que con una exclusión infantil e innecesaria cerca del final ha dejado al equipo de León tocado, cuando tenía todo a su favor para llevarse el partido.

Además, Juanín, Nagy y Demetrio Lozano estaban viendo el partido desde la grada. ¡Casi nada! Es decir, seguramente el F.C. Barcelona nunca ha tenido una plantilla con tanta calidad- por lo menos en cuanto a la cantidad de euros que cuestan – y ya lleva perdidos 3 puntos en 8 jornadas, cosa totalmente impensable hace poco más de un mes.

Masip y O´callaghan, máximos responsables de la sección de balonmano del Barca, estaban en el palco comiéndose las uñas y, seguramente, viendo algún que otro fantasma alrededor. Pero esto también es una sensación, nada más.

Con todo y con esto, nuestro CAI BM. Aragón, camina seguro en esta liga y ya le saca dos puntos a los catalanes y cuatro al Valladolid. Cosa impensable para casi todos hace poco más de un mes. Y este momento hay que aprovecharlo porque ya nos tocaba.

Pero tengo otra sensación. Algo me hace pensar que como comiencen a escucharse ruidos de sables en Can Barca, podemos tener sorpresón y de los grandes porque a ver quién es el guapo que se atreve a meterse en semejante charco…, bueno posiblemente haya uno, el único, que seguramente está deseando meterse.

Al tiempo, es una sensación.