jueves, 29 de abril de 2010

Suerte y mala suerte

Durante el puente de San Jorge se celebró en Zaragoza la Fase de Sector del Cº de España Juvenil Masculino. El representante aragonés fue el CAI BM.ARAGÓN que había ganado la clasificación en una fase de tres días, entre los cuatro mejores equipos de la liga aragonesa y en apretadísima disputa con Dominicos.

En la primera jornada se quitaron de encima a un enemigo incómodo como fue S.D. Arrate y el sábado ganaron al representante de La Rioja que, por cuestiones de índole político, era representado por un equipo cántabro que juega la liga en La Rioja y que depende del Adelma Sinfín de División de Honor B.

Los resultados cosechados por el CAI BM. ARAGÓN le hacían llegar a la última jornada mejor clasificado que su rival, el temido F.C. Barcelona. Además, los aragoneses estaban escocidos por el resultado del sábado de los mayores ante Cuenca 2016 y se presagiaba una mañana de domingo intensa.

En la primera parte, los catalanes fueron superiores y se percibía una triste sensación de derrota pero llegó la segunda mitad y el equipo aragonés se vio grande, superior. El F.C. Barcelona comenzó a tener dudas, demasiadas. Su entrenador no sabía cómo enmendar los errores de sus jugadores y el resto de oficiales se desgañitaban sin obtener respuesta.

Sus mejores jugadores se vieron sorprendidos y el cubano- porque el F.C. Barcelona lleva un cubano que podría estar jugando perfectamente en categorías superiores- comenzó a empequeñecerse. A estas alturas, los aragoneses veían más claro el pase a la Fase Final porque, además, con el empate les servía.

La segunda parte fue primorosamente jugada por el CAI BM. ARAGÓN y cuando faltaban 15segundos, solamente 15 segundos, para terminar el partido y perdiendo por un gol, los zaragozanos tuvieron un lanzamiento de 7 metros a su favor. En teoría, había que lanzarlo, marcar gol y defender el empate a muerte, casi sin tiempo. Pero fallaron el lanzamiento. Todo estaba perdido. Cómo se le iba a ocurrir al F.C. Barcelona perder el balón faltando lo que faltaba. Pues lo perdieron. ¡Qué suerte para el CAI BM. ARAGÓN! Todavía quedaba tiempo.

Un defensor catalán se la juega a la desesperada y comete lanzamiento de 7 metros, otra vez, y sufre la descalificación. Perfectos los árbitros en la decisión tomada. Se acaba el tiempo. Únicamente hay que tirar el lanzamiento de 7 metros y con el empate vale para hacer historia. No hay ni una décima de segundo más. La mala suerte, la tremenda mala suerte, hace que se vuelva a fallar la pena máxima.
De pronto aparece todo el equipo encima del portero, gritando, levantando los brazos en señal de júbilo. ¡Qué suerte la del Barca ¡ ¡Que mala suerte la de los aragoneses !
El deporte es así. En esta ocasión el empate era lo más justo, visto lo visto en la pista. Casi siempre, el empate vale bien poco. En esta ocasión era oro puro.
Esta clasificación la recordarán durante mucho tiempo los juveniles del F.C. Barcelona. Hacía demasiados años que no estaba tan eliminado de una fase de sector. Esta derrota les costará mucho tiempo a los juveniles del CAI. BM. ARAGÓN digerirla. Nunca estuvieron tan cerca y ante todo un campeón de jugar la fase de los mejores de España.

Suerte para unos y muy mala suerte para los otros.

sábado, 24 de abril de 2010

De volcanes y deporte en edad escolar

No tenía previsto hablar del volcán finlandés – ya se habla demasiado – pero no me queda más remedio. La Selección Nacional Junior masculina, que ya llegó de milagro a Finlandia el pasado jueves, ha estado bloqueada en Helsinki hasta bien entrada la tarde del martes.

Sus componentes, después de clasificarse para el próximo Campeonato de Europa, se vieron sorprendidos por esa nube que nos está llevando de calle a todos. Claro que cuando llegaron sabían que tenían que preparar la vuelta y que la cosa estaba bastante chunga.

Eso sí, a todos ellos se les caía el alma a los pies cuando se enteraron que la Selección Absoluta Francesa, que disputó el mismo fin de semana un torneo en Islandia- si, donde está el famoso volcán-, el domingo volvían en avión hasta Noruega, allí cogían un autobús hasta Paris y cuando los nuestros iniciaban el regreso a casa, los tres franceses que juegan en Ciudad Real ya estaban en la capital manchega. Se nota, sin duda, que la Federación Francesa mima a su selección campeona de todo actualmente o, simplemente, que saben lo que llevan entre manos.

Pero este espacio estaba reservado hoy para hablar de la Mesa del Deporte en Edad Escolar que hace unos días se ha constituido, como quedó reflejado en una de las cincuenta medidas del Libro Blanco del Gobierno de Aragón.

Mejorar la calidad deportiva de los ciudadanos aragoneses es su finalidad y, no cabe duda, que quedan muchas jornadas de trabajo para las veintidós personas que la componen. Personas que representan a todas las capas del deporte aragonés y todas ellas con muchas ganas de llevar a buen puerto toda la tormenta de ideas y proyectos que tienen en su mente.

En la primera jornada ya se plasmaron muchas opiniones y, sobre todo, la necesidad que existe actualmente en mejorar y adaptarse a la realidad de la sociedad actual.
Y a esa sociedad aragonesa es a la que hay que reclamar que se involucre en la educación deportiva de los más jóvenes. Los que componen la Mesa pueden hacer todas las piruetas que haga falta para reorganizar lo que sea necesario. Pero si todos los que formamos parte, de una o de otra manera, de la gran familia del deporte aragonés no somos capaces de tomarnos en serio que todo depende de nosotros mismos, no habrá servido de nada.

Personalmente, tengo muchas ilusiones puestas en esta Mesa del Deporte en Edad Escolar. Creo que el grupo de trabajo que ha creado la Dirección General del Deporte del Gobierno de Aragón tiene muchas cosas que decir.
Por supuesto, el mero hecho de haber dado un paso adelante, por parte del Director General Álvaro Burrell ya es para alegrarse y tener esperanza en que estamos en el buen camino.

jueves, 8 de abril de 2010

Gestos y formas

Se acabó, por esta temporada, la ilusión europea. Balance más pobre que en las otras tres eliminatorias pero, el equipo ahí ha estado hasta que se cruzaron los alemanes.
Creo que nos deberíamos quedar con las cosas buenas- que las ha habido-y tratar de enmendar los errores que, con seguridad, ya estarán analizando los responsables del club y por supuesto, por el cuerpo técnico. Los jugadores, sin duda, ya han hecho examen de conciencia y están cansados de recordar y, seguramente, de visionar ésta o aquélla jugada, éste o aquél lanzamiento. La competición europea no perdona ni un solo error y, arbitrajes aparte, hay que estar con los cinco sentidos en cada eliminatoria.

El pasado domingo en el Príncipe Felipe, con un público magnífico y enganchado al equipo como pocas veces, se vivieron gestos y formas que hacen reflexionar.
Nos faltó el empuje y los gestos de Malumbres. Personalmente, eché en falta ese estilo personal que tiene de celebrar cada acierto de su equipo. Esa conexión con el público que lo hace levantar del asiento era fundamental en este partido. Supongo que no se encontraba a gusto, cómodo. A los porteros, a esos genios hechos de otra pasta, hay que perdonarles todo y, por supuesto, sus razones tendría- y hay que respetarlas- para no hacernos vibrar como en otras ocasiones.

Encantaron las formas de Abel Lamadrid. El cántabro necesitaba ese partido para reencontrarse consigo mismo. Estuvo magnífico y desarboló a los gigantes acorazados alemanes. Lástima esa sangre que salía de su codo y el silencio que luego se desplegó a su alrededor. Quedan partidos todavía para que Abel sea útil al equipo, sin duda.

Y sobraron las formas del entrenador alemán y sus gestos al público y a algún jugador zaragozano justificando nada. Solicitar tiempo muerto de equipo cuando quedan cincuenta y dos segundos para finalizar la eliminatoria- que no el partido- y llevando una renta de cinco goles en el global me pareció una auténtica chulería.
Pero, veámoslo por el lado optimista. Escoció y mucho. A más de uno, en la pista, le dieron ganas de hacer algo gordo, punible, sancionable y muchas más cosas. Pero las derrotas enseñan cosas que las victorias jamás lo hacen y en esta ocasión debe de servirnos para comenzar a trabajar cómo hay que coger a los alemanes – a estos o quienes sean- de frente, por derecho y torearles como se merecen. La mejor manera es comenzar a pensar en cómo desarbolarles porque, seguro, la temporada que viene llegarán tarde o temprano a cruzarse en nuestro camino.

El CAI BM. ARAGÓN está creciendo y lo está haciendo sin prisa, con sentido común. Este proyecto es de aquí a tres años, más o menos. Y en ese tiempo llegarán los trofeos, con seguridad. El club así lo piensa, así lo sueña y así lo está construyendo.

Van a llegar las cosas buenas, las cosas grandes. Se afianzará el proyecto, cobrará mayores garantías y estaremos preparados- no tardando mucho – para enseñarle el cartón verde de tiempo muerto a los alemanes, dejarlo en el suelo y sonreírles con un sarcasmo especial.

Esas formas y esos gestos siempre vuelven y, simplemente, hay que tener paciencia para esperarlo… y vivir para contarlo.