sábado, 22 de mayo de 2010

24 horas de balonmano

Treinta y cuatro ediciones ininterrumpidas son muchas ediciones. Sin duda alguna las 24 Horas de Balonmano que organiza la Escuela de Balonmano Maristas desde 1977 son una referencia muy importante a nivel nacional.

De aquella locura inicial, que se les ocurrió a los que siempre han estado trabajando en positivo por este deporte en Aragón, hasta nuestros días han ocurrido muchos y variados acontecimientos.

Comenzaron en octubre y en la Pza. San Pedro Nolasco – en el antiguo Colegio – y el cambio al descampado – en aquellos tiempos – del Actur sembró temores y sombras. Pero jamás existió ninguna duda de la buena salud de esta actividad que reúne a casi la práctica totalidad del balonmano aragonés. En esta edición más de 2500 participantes.

Alfonso Mateo, Sergio Loidi, Carlos Polo, Luis Pedrero, Paco Lázaro…, son nombres que portaron el estandarte y trabajaron, sin desmayo, para que fuese una realidad. Luego se unieron otros muchos, la mayoría anónimos, que cada año preparan con una ilusión especial ese fin de semana único. Alberto Arruga hasta hace poco y Juanma Giménez actualmente, son los que capitanean esta bendita locura.

Su empeño les llevó a traer a la Selección Española Absoluta que estaba preparando los Juegos Mediterráneos en 2001 y al Portland San Antonio que jugaron prácticamente al “ aire libre”, junto al Garbel Zaragoza, puesto que todavía no se había hecho el Pabellón Polideportivo. Lo recordará bien Mariano Ortega. Es decir, actividad participativa pero con el máximo nivel.

Organizarlas no es tarea fácil y comienza el trabajo la semana siguiente de finalizarlas. Y los últimos días son frenéticos. Pero nunca han faltado voluntarios ni personas dispuestas a trabajar. Esa es una de las grandezas de las 24 Horas de Balonmano.

Las otras, que han ido apareciendo en silencio, como sin querer, son las tertulias que durante muchas horas de las veinticuatro se organizan en cada esquina del Colegio. Esos encuentros de personas que las aprovechan para ver a los viejos compañeros de equipo o jugar unos minutos a pesar de la edad. Se respira un ambiente especial desde siempre, tengo la sensación que desde que comenzaron.

Y la necesidad de ganar el partido que nos toca jugar pero que, como por arte de magia, a pesar de lucharlo al máximo, nadie se acuerda del resultado. La grandeza de disfrutar del deporte a pesar de no haber nada en juego.

Y la mayor grandeza, a mi modo de ver, el bautizo de los más, pequeños. Chicos y chicas que aprovechan las 24 Horas para debutar y que reúnen a todos los aficionados a su alrededor.

Quienes comenzamos a jugarlas o arbitrarlas nos llena de gozo ver fotografías de Amadeo Sorli, por ejemplo u Oscar Mainer que no levantaban un palmo del suelo y hoy son grandes de esta tierra. Esa es otra grandeza de las 24 Horas.

Y siempre nos quedan unos segundos de recuerdo en cada edición para aquellos que trabajaron en silencio y con todas sus fuerzas por este deporte y que estuvieron involucrados como nadie en esta locura. Se fueron sin hacer ruido pero les echamos de menos cada día. Roberto Suso, Mario Cortés, Carlos Polo, José Ignacio Lacámara “Pichi”…, entre otros.

Por todos ellos merece la pena seguir trabajando por las 24 Horas de balonmano.

viernes, 14 de mayo de 2010

Ha sido un honor, capitán

…Haber compartido contigo, durante estos años, tantas cosas. Algunas, tan personales que me hacían sentir mucho más amigo tuyo de lo que siempre me he sentido. Y en estos años, únicamente puedo decir gracias y gracias de verdad porque han sido los mejores de mi etapa deportiva. Si ya es un honor compartir espacio dentro del Equipo Nacional, mayor honor es haberte tenido de Capitán y de compañero. Ese ha sido el mejor regalo.

Nos has enseñado a valorar las derrotas; contigo hemos aprendido a ser generosos, humildes y respetuosos con los rivales – a pesar de más de una jugarreta que nos han hecho- y, sobre todo, has sabido ser el líder que siempre hemos necesitado.
Has sido el compañero fiel para los momentos difíciles y el amigo, cuando las cosas se han torcido de tal manera que hacía falta ese toque de humanidad que, solamente, tú eras capaz de aportar.

Has sido el deportista ideal al que todos querríamos imitar, al que todos nos gustaría parecernos. Si hubieses sido futbolista, seguro que hubieses jugado en tu Barca y ahora serías el más aclamado en todos los medios de comunicación y se venderían tus camisetas como rosquillas… Afortunadamente para los que te queremos, elegiste el balonmano y nadie ha sido capaz de robar tu intimidad y nos has regalado esos momentos que, con seguridad, habrías tenido que dedicar a hacer anuncios publicitarios, entre otras obligaciones que lleva consigo esa fama.

Sin duda, eres más que conocido. Pero, especialmente por tu deportividad, saber estar y por tu categoría personal. Simplemente hay que ver el respeto y admiración que los deportistas de otros deportes te profesan en cada Olimpiada. Eres un ejemplo. Imagínate el ídolo que llegas a ser para cualquier otra persona, entre las que me incluyo.

Ha llegado el día. Decidiste que fuese ésta la última temporada y ha llegado el momento del adiós. A partir de ahora estarás en otras parcelas deportivas en las que eres imprescindible y podrás dedicarte a tu otra debilidad, la familia.
Todavía recuerdo cuando, al otro lado del teléfono, tu hijo te decía que te echaba de menos y tú, a miles de kilómetros, tratabas de decirle que pronto lo verías y él quería verte en ese mismo momento. Sus sollozos hicieron mostrar tu parte más sensible y logró derrumbarte.

Detrás de alguien grande, único e irrepetible como tu existen toneladas de humanidad. Esa es la grandeza de los mitos. Estoy absolutamente convencido de que vas a pasar a la historia del Balonmano como el mejor portero que ha existido y mejor persona.

Ya hace un tiempo que te echo de menos, David. Por muchas razones, demasiadas, el sábado en Zaragoza será un día triste pero hermoso. Que contradicción. Espero que mis paisanos, los aragoneses, sepan decir adiós a uno de los más grandes. Al Capi que todos hubiésemos querido tener en el equipo.
Ha sido un Honor, Barru. Gracias por todo.

jueves, 6 de mayo de 2010

En Huesca quieren algo grande

Hoy toca hablar de qué está pasando en Huesca. Hay fútbol, baloncesto, atletismo… y, desde hace muchos, muchos años, balonmano. La provincia altoaragonesa siempre se ha caracterizado por ser fiel a nuestro deporte. Muchos de aquéllos que hicieron posible el nacimiento y sustentación del balonmano en Huesca, hoy siguen involucrados en que siga cosechando éxitos.

Más cerca de nuestros días, es decir allá por el año 1997, comenzaron a fraguar un equipo que les llevara, a poder ser, a lo más alto. Pelearon hasta la extenuación para conseguir jugar en categoría nacional y al final lo consiguieron. Hicieron un conjunto fuerte, juntando en sus filas varios jugadores zaragozanos con veteranía y con la experiencia necesaria. Se clasificaron en varias ocasiones para jugar la Fase de Ascenso a División de Honor B, pero, por unas u otras razones, se les resistía.

Finalmente, el empecinamiento de ese grupo de currantes que siempre se pusieron como objetivo estar lo más alto posible, consiguió el ansiado ascenso. Trabajaron por conseguir el apoyo de Instituciones y patrocinadores y el calor de una afición que ha sido fiel en todo momento. Construyeron un club muy cercano a lo profesional con todos los argumentos de seriedad y garantía.

En el Palacio de Deportes se han visto, a lo largo de estos años, encuentros realmente emocionantes. Las plantillas que han ido reuniendo han conseguido llenar de ilusión a los oscenses. Evidentemente, también han pasado momentos difíciles pero es el precio de la competición.

Pero importa lo que se está fraguando, hoy en día, en Huesca. Esta temporada están a punto de mezclarse entre los mejores. Seguramente nadie se habrá planteado dar el salto a la Liga Asobal, o quizá sí. La realidad es que están a un paso de conseguir jugar el Play Off de Ascenso a la mejor liga del mundo.

Todo pasa por ganar este sábado en Almoradí, y recibir en la última jornada de liga, el sábado 15, al equipo de Moguer. Curioso que en ambos equipos juegan aragoneses, al igual que con Obearagón Huesca. Una vez superados estos dos partidos, habría que jugar a cara de perro, en un fin de semana – el de la Final de la Champions – dos partidos y soñar con el ascenso. ¡Casi nada!

Se podrá discutir sobre la necesidad o no y los inconvenientes de tener dos equipos en Liga Asobal en Aragón. Lo que no cabe duda es que es importante y digno de mención que, después de años de total sequía de balonmano en una Comunidad con tradición histórica en este deporte, exista ahora mismo en Huesca este movimiento hacia adelante, fundamental para el deporte aragonés.

Hay que felicitar a la Junta Directiva de Obearagón Hueca, y a los que ya no lo son, por esa bendita locura que un día fue y sigue siendo llegar lo más arriba posible.

Mucha suerte.