miércoles, 25 de noviembre de 2009

La Marathon de Zaragoza

El pasado domingo se celebró la 3ª maratón en nuestra ciudad. Las dos primeras impulsadas por un maratoniano, con un cargo importante dentro del organigrama Expo 2008 y con el apoyo de El Corte Inglés. En esta ocasión, por la tozudez de un grupito de locos pertenecientes al Club Running de Zaragoza y con Ibercaja como principal patrocinador.

Me da la sensación que este año, esa cabezonería, ha pesado más que lo que muchos pesos pesados- en cuanto a poder político de la ciudad se refiere- deseaban. Tengo la sensación de que a algunos no les apetecía lo más mínimo que ese grupito se empeñase en mantener la “Maratón Zaragoza”. Y es una pena, la verdad.

Con un recorte muy importante en el aspecto económico, se ha demostrado que la Maratón tiene mucho futuro en nuestra ciudad. Más de 1500 participantes demuestran que tiene el suficiente tirón a pesar de los muchos inconvenientes que, estoy completamente seguro, habrán tenido que sortear los organizadores. Pero esta ciudad es así y estamos hechos de una pasta especial- digna de estudio sociológico- en cuanto a este tipo de eventos deportivos se refiere.

El deporte es la mejor manera de promocionar una ciudad y la más barata de todas, sin duda. En la mayoría del territorio español lo tienen muy claro. A nosotros nos cuesta creerlo y desde hace años. Y, de momento, creo que esa dinámica no va a cambiar.

En cuanto a maratones se refiere, tenemos el caso de Madrid y San Sebastián, ciudades dispares en cuanto al número de habitantes, pero que esta prueba es punto de encuentro y fiesta colectiva de un buen número de participantes. Además, llevan bastantes años mejorándola y con record de participación en cada ocasión. Obviamente, un buen número de esos participantes, proviene de provincias cercanas y llenan hoteles y restaurantes durante el fin de semana, haciendo crecer su economía.

Y Zaragoza debería de concienciarse de que la Maratón es una prueba que puede ayudar a nuestra ciudad a ser más grande y a proyectarse al exterior con una imagen moderna, atractiva y distinta para sus potenciales visitantes. Hacerla grande es responsabilidad de todos y en ese sentido habría que convencer a todas las formaciones políticas de la importancia de seguir apoyando este tipo de iniciativas deportivas, así como de otras, sin poner excusas, este año por las obras del tranvía y el próximo porque esas mismas obras la harán todavía más complicada.

Y por supuesto, exige igualmente la concienciación de todos los ciudadanos pidiéndoles que se involucren, aceptando los inconvenientes de una mañana de domingo al año, respetando a todos aquellos que tienen la sana intención de correr todos esos kilómetros porque no solamente se les ha ido “la pinza” esa mañana de domingo, es que llevan más de tres meses- y en algunos casos más- preparándose o, lo que es lo mismo, haciendo deporte, es decir, dándose la mano con la salud.

Mil quinientos veintiocho deportistas merecen el respeto de todos y, sobre todo, apoyo para que esta locura llamada Maratón tenga continuidad y crezca definitivamente.

Felicidades y gracias a todos los que la hicieron posible. A todos los que terminaron su primera maratón porque, seguro, que en la del 2010 volverán a participar y traerán a otros primerizos, que son los que la harán cada día más grande. Y un agradecimiento especial al cuerpo municipal del voluntariado por Zaragoza. Fueron los mejores, sin duda, en la mañana del domingo y muchos deberíamos aprender de su entrega, solidaridad y felicidad. Merece la pena verlos entregarse como ellos se entregan.

Finalmente, algo tendrá de mágico esta prueba cuando una mujer llegaba exultante y llena de felicidad después de 5 horas corriendo y mantenía esa sonrisa en la cara, abrazándose a familiares y amigos. Y en estos tiempos que nos toca vivir, es fundamental hacer felices a nuestros conciudadanos y creo que cuesta muy poco.